
Para aquel que roba, o pide prestado un libro y a su dueño no lo devuelve, que se le mude en sierpe en la mano y lo desgarre.
Que quede paralizado y condenados todos sus miembros. Que desfallezca de dolor, suplicando a gritos misericordia, y que nadie alivie sus sufriemientos hasta que perezca. Que los gusanos de los libros le roan las entrañas como lo hace el remordimiento que nunca cesa. Y cuando, finalmente, descienda al castigo eterno,
que las llamas del infierno lo consuman para siempre.
Inscripción en la biblioteca del monasterio de San Pedro, en Barcelona, citada por Alberto Manguel.
jajaja, sadico >.<...
ResponderEliminar(:
P.D. te agregaree para seguir _:D agregass si n.n?
ResponderEliminarjaja, si xD aunque no sea algo de enrogulleserse T_T jajaja, no no pss ajam
ResponderEliminarO
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